Por segunda vez en menos de un mes, las señales con mensajes contra la violencia de género ubicadas en diferentes puntos de acceso al municipio de Águilas han sido vandalizadas. En ambas ocasiones fue pintado con spray el texto que anuncia que la localidad es una «ciudad comprometida contra la violencia de género». En el último ataque, además, se estampó tras la señal el improperio «puta».
La señal, que fue sustituida hace apenas dos semanas, ha vuelto a sufrir un acto vandálico. Un hecho que ya ha sido condenado por el gobierno local. «No sé si se puede calificar como acto vandálico e incívico o como poco sentido de la importancia de lo público y el respeto a los demás», ha manifestado la edil de Igualdad, Elena Casado. En la nota de prensa emitida por su ejecutiva, el PSOE aguileño ha manifestado que «aunque algunos intenten taparlo con pintura negra, Águilas es y seguirá siendo una ciudad comprometida contra la violencia de género».
Desde el movimiento cultural Amanecer 31 se suman a la condena de los hechos. Su coordinador, Pedro Javier López, ha calificado los ataques de «cobardes y propios de violentos e ignorantes». Para él existe un claro paralelismo entre estos ataques y los sufridos en el monolito del Jardín de la Memoria en noviembre de 2019 y febrero de 2020, no descartando que «sean obra de la misma o mismas personas». «El feminismo y el movimiento por la Memoria Histórica son los objetivos a batir por la ultraderecha; sus líderes señalan en su propaganda y sus correligionarios actúan».
«En la guerra cultural a la que la extrema derecha nos está dirigiendo, el callejero público se ha convertido en un escenario clave», apunta el comunicado publicado por el núcleo local del PCE, que llama a sustituir «el odio y la violencia» por «la paz, la convivencia, la cultura y el respeto».
Actuar contra esta creciente tensión social es un deber para todo demócrata.
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